Plaza de Santo Domingo (Ciudad de México)

La Plaza de Santo Domingo, ubicada en la Ciudad de México, es un lugar fascinante que te transportará en el tiempo. Enclavada en el atrio del complejo religioso de Santo Domingo, la plaza es un testimonio impresionante de la arquitectura colonial del virreinato. Rodeada de edificios antiguos, ofrece una atmósfera única y especial. Su ubicación en el centro histórico de la ciudad, en medio de otros monumentos históricos, la convierte en un lugar verdaderamente pintoresco.

Uno de los aspectos más destacados de la Plaza de Santo Domingo es la presencia de negocios de impresores en sus portales. Aunque esto puede añadir un toque mercantil, estos impresores se han convertido en residentes permanentes, adaptándose a lo largo de los años a los cambios tecnológicos y manteniendo viva una tradición que ha evolucionado desde escribientes hasta mecanógrafos y finalmente impresores. Este es un claro reflejo de cómo la plaza ha sabido adaptarse a los tiempos modernos, sin perder su encanto histórico.

Si tienes la oportunidad de visitar la Plaza de Santo Domingo, te recomiendo hacerlo por la noche. Este es el momento perfecto para disfrutar de este lugar mágico sin multitudes y apreciar su auténtica belleza. En medio de edificios antiguos y en una ubicación privilegiada, la plaza se presenta como un santuario donde el tiempo parece haberse detenido.

No te pierdas la oportunidad de explorar los alrededores de la plaza, donde se conservan edificaciones históricas como el edificio de Aduanas, el de la Inquisición y la iglesia de Santo Domingo. Además, los portales de evangelistas son el hogar tradicional de escribanos, mecanógrafos e impresores, quienes han dejado su huella a través del tiempo y han adaptado su labor a los avances tecnológicos. Estos elementos únicos hacen de la Plaza de Santo Domingo un lugar que hay que visitar cuando estés en la Ciudad de México. ¡Tu vida es un viaje y este lugar es una parada imprescindible en él!